La primera vez que puse un pie en India, mis sentidos, que son cinco, me parecían escasos para asimilar todo lo que me llegaba a través de la vista tan sumamente diferente a lo que la cultura occidental está acostumbrada a vivir en su día a día.
Os pondré algún ejemplo de curiosidades que llaman la atención de los que venimos de occidente y que, incluso pueden parecernos graciosas.
Las vacas son sagradas, y los elefantes, y las ratas, y los monos.
Además de sagradas, son respetadas. Los vehículos paran o las evitan para que pasen. Campan por las calles, las ves comer en algún vertedero (muy comunes en cualquier rincón de cualquier calle) y los peatones locales las ignoran, como si vieran pasar un perro o un gato.
Por supuesto, ¡ni hablar de hamburguesas de ternera! Las vacas están protegidas por la ley. No se las puede molestar, maltratar ni matar.
Existe el templo de las ratas, donde, como puedes imaginar, hay miles de ellos campando a sus anchas por todas partes. La gente las alimenta y corren como locas a por la comida.
También es usual ver elefantes en los templos, para ellos también son sagrados y les enseñan a tocar la cabeza de los fieles a modo de bendición. Les pintan la testa y les ponen pulseras en las patas.
Muchas personas comen con las manos
Es usual que los restaurantes tengan un lavabo en la entrada, para lavarse bien las manos, ya que lo de los cubiertos no se estila en muchos lugares.
El arroz se utiliza como el pan, al igual que sus múltiples tipos de pan. Se coge con las puntas de los dedos de la mano, se moja en el plato principal y se lleva a la boca a modo de cuchara. Con el pulgar se empuja la comida dentro de la boca. ¡Pero cuidado si eres zurdo! En los retretes de India no hay papel higiénico. Utilizan su mano izquierda para las faenas del baño y la derecha para comer.
Puedes pedir cubiertos si te sientes incómodo/a por comer con las manos. Muchas mujeres te dicen: «¿quieres que el primer sabor de tu plato sea el del metal de un tenedor?»
Las calles son un caos
Mientras por tu pituitaria puedes estar recibiendo un montón de olores diferentes (incienso, masala, basura, etc), al pasear por las calles de cualquier lugar en India, el sentido del oído recibe los miles de cláxons sonando. No hay orden ni ley en las calles. El grande se come al chico y se abren paso a golpe de bocina.
En la calzada puede haber moto-ricksaws en cualquier dirección, bicicletas, carros tirados por animales, peatones, vacas, autobuses, camiones y vendedores ambulantes empujando su puesto rodante. Por supuesto, cruzar una calle es un deporte de alto riesgo.
En Chennai hacíamos una ‘bola’ de gente todos enganchados y nos lanzábamos todos a la vez para poder llegar en ‘manada’ sanos y salvos al otro lado de la calle.
Y si miras hacia arriba, cientos de cables se enredan cual lianas expuestos a cualquier elemento externo.
El sari tiene más de 3000 años
Años después las mujeres ricas de India comenzaron a pedir a los artesanos que usaran piedras caras e hilos de oro para hacer saris exclusivos y así destacar su estatus.
Las mujeres eligen el color y modelo de su prenda en función de la ocasión. Las novias utilizan el rojo porque simboliza la fertilidad y la prosperidad
«No» es «Si»
Los indios e indias son personas muy hospitalarias y no dudarán en acercarse a un «extranjero» para hablarle, hacerse fotos o invitarte a pasar por su tienda.
Entablar con ellos una conversación, y más si no sabes que su lenguaje no verbal es diferente al nuestro, puede llevar a cualquiera al desconcierto. Cuando un local agacha ligeramente la cabeza y acerca la barbilla rápidamente hacia el pecho unas tres o cuatro veces, significa que está de acuerdo contigo.
El gesto también podría significar que la persona está diciendo «si» a lo que acabas de. decir o preguntar.
Verás que el mismo gesto de sacudir la cabeza se utiliza también para mostrar gratitud. En ese caso, asiente con la cabeza y acompaña el gesto con una sonrisa.
La oscilación de la cabeza es omnipresente y, por lo tanto, te encontrarás con este hábito sin importar en qué parte del país te encuentres. Muchas veces este gesto se hace sin palabras.